Cómo evitar el estrés infantil de fin de año

 Cómo evitar el estrés infantil de fin de año

En la última etapa del año aumentan las exigencias y los más pequeños se sienten sobrecargados, el estrés y la ansiedad en este período pueden hasta provocar un retroceso en el aprendizaje. Sin embargo, es posible afrontarlo generando más espacios de juego, con la contención de los padres y cuidadores. La Asistencia Educacional de BIENVALP comparte útiles consejos para enfrentar este tiempo.

Llega fin de año y los adultos corren contra el tiempo para dar cierre a sus obligaciones, hacer las compras de Navidad y Año Nuevo, asistir a encuentros sociales, planificar las vacaciones y cumplir con la crianza. Cuando estos estímulos son excesivos, y sobrepasan la capacidad de adaptación, hasta el punto de afectar la salud y calidad de vida, estamos frente al estrés.

Los especialistas aseguran que niños y adolescentes no están al margen, sufriendo estrés y ansiedad cuando sienten una desproporción entre las demandas ambientales y sus posibilidades de resolver los problemas.

A los más pequeños les resulta difícil entender o expresar lo que les sucede y presentan sintomatologías físicas como náuseas, dolores de estómago, diarreas (que a veces no tienen una causa real), hiperactividad o fatiga. Incluso los bebés, que deberían ser totalmente ajenos a esta situación, muchas veces sienten afectada su calidad de vida.

Los lactantes canalizan todo lo que sienten a través de la mamá o el adulto que cumple la función de cuidarlo. Si esa persona está estresada, no logra contenerlo y puede transmitirle su estado. Junto con velar por el estado del cuidador, es de vital importancia respetar los horarios habituales de descanso y alimentación, así como los momentos de juego.

El aprendizaje se ve afectado por el ritmo de vida, siendo no sólo un proceso cognitivo, sino también emocional. Estar estresado implica sentir ansiedad y vivir pendiente de lo que sucederá en el futuro. Todo esto, sumado al cansancio y agotamiento, hace que disminuya la capacidad de atención, de hacer memoria y de retener información.

La Importancia del Juego

Los especialistas consideran que para bajar los niveles de estrés es fundamental que niños y adultos realicen juntos más actividades lúdicas y que compartan más espacios de juego, prácticas deportivas o actividades recreativas.

Los papás tienen que aprender a permitir que sus hijos se sientan aburridos y no vivir esto como una frustración. El aburrimiento les permite activar su imaginación para inventar un juego de manera autónoma, y así generar procesos internos de mucha riqueza y nuevos aprendizajes.

Se deben respetar las necesidades y sentimientos de los niños, escucharlos más, proponerles actividades de disfrute que les resulten relajantes, seleccionar comidas apropiadas a sus necesidades, asegurar que las horas de descanso sean suficientes y realizar regularmente actividades físicas como caminatas, cicletadas y ejercicios.

Sin duda, la mejor ayuda que pueden brindar los papás a esta altura del año, es generar espacios y estados de mayor relajación, sin sobrecarga de actividades ni balance o análisis de los objetivos cumplidos, si no educarlos en el hábito de vivir en tiempo presente disfrutando de los afectos y la contención de la familia.

En BIENVALP #NosCuidamosTodos

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